Te fuiste — voluntaria o forzosamente. Estás construyendo tu vida desde cero, pero hay algo pesado en el aire: nostalgia por lo que quedó atrás, sensación de pérdida, soledad, una extraña impresión de no pertenecer ni aquí ni allá.
La gente dice: «Te acostumbrarás». «Mira hacia adelante». «El tiempo lo cura todo».
Pero el tiempo no cura. Solo hace el dolor más silencioso.
Puedes seguir viviendo como si todo estuviera bien. O puedes reconocer que no perdiste solo un lugar en el mapa.
Perdiste tu patria, tu sentido de pertenencia, tu lengua materna, tu estatus social. Y esa pérdida es real.
Te ayudaré a vivirla.
No a enterrarla más profundo. No a esconderla en una adaptación interminable. Sino a vivirla. A entender qué es lo que realmente duele, a nombrarlo, a expresarlo. Para seguir adelante, no negando tu pasado, sino encontrándote en lo nuevo.
Esto no es sobre consejos rápidos. Es sobre un trabajo real. Sobre un encuentro contigo mismo en este mundo que ahora te rodea.
¿Qué haremos en terapia?
Exploraremos qué es exactamente lo que has perdido:
— ¿Es la nostalgia por tus seres queridos y tu lengua materna?
— ¿Es el dolor de haber partido en contra de tu voluntad?
— ¿Es el miedo de no sentirte nunca más verdaderamente en casa?
— ¿Es la culpa de haber dejado tu país o de no haber encontrado aún tu lugar aquí?
Buscaremos nuevas bases:
— ¿Cómo mantener el vínculo con lo que fue sin quedar atrapado en el pasado?
— ¿Cómo dejar de sentirte dividido entre «allá» y «aquí»?
— ¿Cómo permitirte sentir dolor sin ahogarte en él?
Recuperaremos tu esencia.
No necesitas «resignarte». No necesitas fingir que ya te has acostumbrado. No necesitas hacer ver que los chats y los encuentros ocasionales con «los tuyos» son suficientes.
Necesitas un espacio donde puedas ser honesto. Donde puedas atravesar esta pérdida y encontrar tu nuevo camino. Estoy aquí. Y podemos empezar.