Infertilidad.  
Cómo sobrellevar el diagnóstico.
Aceptar la imposibilidad de la maternidad es un duelo profundo y muchas veces silencioso. No se trata solo de un diagnóstico médico, sino de un cambio vital que remueve sueños, vínculos y significados personales. En este espacio abordamos cómo transitar este proceso con comprensión, acompañamiento y nuevas formas de encontrar sentido en la vida.

Aceptar la imposibilidad de la maternidad es un proceso dolo roso, como cualquier pérdida. La intensidad con la que se vive esta experiencia depende de la psicología de cada mujer. En cada historia influyen la personalidad de la madre que no llegó a ser, la relación de pareja, el grado de deseo de tener un hijo y la importancia que este tendría en su vida. La imposibilidad de tener hijos suele percibirse como un fracaso personal. El duelo por la maternidad no realizada es uno de los más difíciles de atravesar.


A menudo acuden a mí mujeres que han recibido un diagnóstico definitivo tras una larga y agotadora lucha. Llegan con el cuerpo y la mente desgastados, profundamente cansadаs y con conflictos en la pareja.


Estas son algunas de las preguntas con las que suelen acudir a terapia:


¿Cómo afrontar el dolor y el duelo tras perder la posibilidad de tener hijos?


¿Cómo encontrar un nuevo sentido a la vida sin la maternidad?


¿Cómo relacionarme con mi entorno y mis seres queridos para evitar situaciones incómodas o problemáticas?


¿Cómo preservar la salud mental y evitar el agotamiento emocional?


¿Cómo lidiar con la culpa y el sentimiento de auto-reproche en esta situación?


¿Cómo mantener una relación de pareja saludable, especialmente cuando ambos estamos atravesando un momento difícil?


¿Cómo encontrar apoyo en la sociedad y en el círculo de amigos?


¿Cómo desarrollar una actitud positiva hacia mi cuerpo y reconstruir mi autoestima después de la pérdida de la posibilidad de ser madre?


¿Cómo afrontar situaciones dolorosas, como encuentros con mujeres embarazadas?


¿Cómo encontrar la alegría en una vida que no está ligada a la maternidad?


Trabajo principalmente en formato online, ofreciendo sesiones individuales puntuales y procesos terapéuticos de larga duración.


En la mayoría de los casos, recomiendo la terapia a largo plazo, porque:


1. Permite a la mujer sumergirse completamente en sus emociones, analizarlas y aceptarlas, lo que facilita un proceso de duelo más armonioso.


2. Me da la oportunidad de adaptar mis métodos y enfoques a las necesidades emocionales específicas de cada paciente, haciendo la terapia más efectiva.


3. Ayuda a construir nuevos significados y valores en la vida, lo que permite encontrar satisfacción y felicidad más allá de la maternidad.


4. Facilita el proceso gradual de aceptación de la pérdida, acompañando a la mujer desde la negación y la ira hasta la fase más compleja y prolongada: la depresión, para luego avanzar hacia la aceptación.


¿En qué trabajaremos durante la terapia a largo plazo?


—Crearemos juntos nuevos significados y valores que aportarán profundidad y alegría a tu vida, incluso tras la pérdida de la posibilidad de tener hijos.


—Diseñaremos un plan personalizado para afrontar la pérdida y encontrar un nuevo propósito, incluso si ahora sientes que la vida ha perdido sentido.


—Aprenderás estrategias para estabilizar tus emociones y afrontar los momentos de tristeza profunda.


—Trabajaremos en identificar nuevas fuentes de alegría y satisfacción que no estén ligadas a la maternidad, para que puedas ver tu futuro con una nueva perspectiva.


—Descubriremos los recursos internos y fortalezas que pueden convertirse en la base de nuevas metas y logros.


—Desarrollaremos herramientas de comunicación efectiva con los demás, para reducir la presión social y evitar situaciones incómodas relacionadas con la falta de hijos.


—Exploraremos nuevas formas de reconciliarte con tu cuerpo y reconstruir tu autoestima.


—Identificaremos oportunidades para el crecimiento personal y la autorrealización que puedan aportar felicidad y plenitud.


—Aprenderás a construir una red de apoyo que te ayude a avanzar en este proceso de sanación.


Un caso de mi práctica


Julia, de 32 años (nombre cambiado), llevaba cinco años casada. Tanto ella como su esposo deseaban profundamente tener un hijo. Llegó a terapia agotada emocionalmente después de años de intentos fallidos de embarazo y un diagnóstico definitivo de infertilidad.


En las primeras sesiones, trabajamos intensamente con sus emociones: la impotencia, la desesperación, la injusticia y la ira. Julia aprendió a establecer límites con su entorno y sus familiares. Exploramos las necesidades dentro de su relación de pareja y analizamos el papel de las figuras arquetípicas de la madre y el padre, especialmente la madre.


Reflexionamos sobre cómo seguir siendo mujer y mantener el aspecto materno dentro de sí misma, incluso sin hijos físicos. Hablamos sobre la posibilidad de la adopción y la gestación subrogada, evaluando sus deseos reales. Nos adentramos en el vacío y en la búsqueda de nuevos significados en la vida.


El trabajo requirió tiempo y esfuerzo. Con el paso de un año, su vínculo con su esposo se fortaleció, encontraron nuevos propósitos en común y abrieron un negocio juntos. Julia aún siente nostalgia por su sueño de tener una hija, pero al mismo tiempo, experimenta alivio porque la lucha ha terminado. La tensión emocional y física ha desaparecido, y ahora puede dirigir su energía hacia sí misma y hacia la creación de otros proyectos en su vida.


Testimonios


Ekaterina, 41 años: “Es difícil expresar lo agradecida que estoy con Elena por su comprensión y apoyo en mi proceso de duelo tras la pérdida de la posibilidad de tener hijos. Su experiencia y empatía me ayudaron no solo a aceptar mis sentimientos, sino también a encontrar nuevos significados y alegría en la vida. Me enseñó a ver la luz al final del túnel.”


María, 34 años: “Trabajar con Elena fue un punto clave en mi proceso de sanación. Su profesionalismo, paciencia y enfoque único del duelo me permitieron descubrir nuevos horizontes para mí. Ahora me siento más fuerte y capaz de seguir adelante.”


Ane, 31 años: “Nunca pensé que podría volver a disfrutar la vida después de una pérdida tan grande, pero gracias a Elena aprendí a ver el mundo desde una nueva perspectiva. Su conocimiento, experiencia y sensibilidad hicieron que el proceso de duelo fuera más significativo y productivo. Me alegra haber tomado la decisión de acudir a ella.”

Información importante
  • Si compras un paquete de sesiones, tienes 2 meses para utilizarlas. Pasado este tiempo, las sesiones se perderán.
  • Si llegas tarde, el tiempo de retraso se descontará de la duración total de la sesión. La sesión finalizará a la hora acordada previamente, independientemente de a qué hora te hayas venido.
  • Cancelaciones: deben realizarse con al menos 24 horas de antelación. En caso de una emergencia médica u otra causa justificada, es posible reprogramar la sesión dentro de la misma semana. Si la sesión se cancela con menos de 24 horas de antelación, se deberá pagar el 100% del costo.
  • Si deseas finalizar nuestro trabajo, es importante informar con al menos una sesión de anticipación para cerrar el proceso de forma adecuada.
  • Confidencialidad garantizada en todas las etapas del proceso.
  • La fecha y hora de la consulta se acuerdan por mensaje privado.
  • El pago de la sesión debe realizarse antes del inicio.
Si tienes dudas sobre el proceso de pago, por favor, consúltame.
Para clientes en Rusia, tengo opciones de pago disponibles.
En sesiones presenciales, puedes pagar en efectivo.
Contacto en caso de urgencia
Si enfrentas una situación de crisis o sientes que necesitas apoyo inmediato, no dudes en ponerte en contacto conmigo. Entiendo que la vida puede ponernos en circunstancias difíciles y es importante contar con ayuda en el momento oportuno.
Cómo se desarrolla la primera sesión y qué se necesita?
  • Modalidad (presencial u online).
  • Duración de las sesiones (50 minutos).
  • Frecuencia (por ejemplo, una vez por semana).
  • Condiciones de pago (monto, método y periodicidad del pago).
  • Normas éticas (confidencialidad, cancelación o reprogramación de sesiones).
Se establecen los aspectos clave de la colaboración:
La primera sesión no solo trata de aspectos organizativos, sino que también le permite evaluar si se siente cómodo trabajando conmigo. Es un paso fundamental para crear un ambiente seguro y productivo.
Al final de la sesión, se resumen los puntos clave. Pregunto si las condiciones son adecuadas para el cliente y respondo cualquier duda. Si ambas partes están de acuerdo, se establece el plan de trabajo.
Pregunto sobre los motivos de la consulta, expectativas respecto al trabajo conmigo y los resultados deseados. También se discuten las preferencias del cliente: аcompañamiento a corto o largo plazo., frecuencia de las sesiones, etc.
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